No creo en un estado de salud perfecto.
Creo en la vida real, con sus vaivenes,
y en aprender a escucharnos
para volver una y otra vez al equilibrio.
Ser equilibrista es parte del juego:
a veces se avanza, a veces se tambalea,
a veces terminás en el suelo…
pero siempre hay una forma de volver a vos